PRESENTACIÓN
Cedente
Agustín Cifuentes- Alejandro Tomás Ibáñez (ATOMI)
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No es extraño que a esta altura
pocos se acuerden de mi.
Soy la TÍA ANICA, la mesma
que un día trujo Atomí
pa hacer, por la radio Hellín,
junto con el TÍO CHANCHERO,
una emisión titulá:
COMENTARIOS HELLINEROS.Esto que os estoy diciendo
hace ya, casi trinta años;
por eso digo que agora,
no resulta mu extraño
que no os acordéis de mí;
unos por débil memoria,
y los que son aun mocicos,
porque al ocurrir la historia
de que agora hago meción,
o no habían nació, entoavía,
o aun chupaban biberón.Lo cierto es que aquel programa
que tuvo masiva audiencia,
no prosperó por su arte,
por su música o su ciencia.
Gustaba porque los diálogos
de La Anica y El Chanchero,
fueron siempre fiel trasunto
del devenir hellinero.
Hacíamos referencia
a cómo vivía la gente
de Hellín, hace muchos años.
Comparándolo al presente.
Salían a colación,
con tuica fidelidad,
hechos, sucesos e historias
pasaos en la antigüedad.
Solíamos criticar defectos,
cosas mal hechas
y, alabando lo bien hecho
estábamos en la brecha.
Y, a tuicos los hellineros
que, por su fama, destreza,
saber, valor, distinción;
o por vicios o rarezas,
a lo largo de su vida
habían sio distinguíos,
en nuestras conversaciones,
les dimos su merecío.Pues bien; de aquella experiencia,
se me quedó en la memoria,
que a Hellín, le gusta y desea
conocer tuica su historia.
Por eso, yo he decidío,
salir al rueo otra vez,
pa contar toas las historia
y cosas, de Hellín, que sé.
No pué ser por RADIO HELLÍN,
porque ha desaparecío;
ni en compañía del Chanchero
porque el probe, ha fallecío.Por eso, he determinao
el publicar MIS MEMORIAS,
pus leyéndolas, tendráis,
mu aproximá la historia
de to lo pasao en Hellín
durante los muchos años
transcurríos, de mi vivir.
Y también sus contaré
tradiciones y ocurrencias
relativos a otros tiempos,
y de los que hay referencias,
gracias a investigaciones,
obtenías con desvelos,
u por añejos relatos
que hacían nuestros abuelos.Advierto que las Memorias,
que me propongo escribir
dirán lo gueno y lo malo,
que yo conozco de Hellín.
A lo largo del relato,
manque sea desagradable,
tendré que hacer referencias
a algún hecho inconfesable;
pus, prescindiendo de ellos
nunca se podría lograr
que la historia reflejara,
fielmente, la realidad.En pro de esta realidad,
yo, mis memorias pergeño
proponiéndome contar,
to lo malo y to lo gueno.
Lo que merezca alabanza,
por ser cosa meritoria,
nombrando a sus personajes,
lo contaré como Historia.
Mas, si se trata de asuntos
que puedan perjudicar,
lo contaré como un hecho
ocurrío en otro lugar
y, sin revelar el nombre
de quien lo fue a realizar.Hecha ya la exposición
de lo que pretendo y quiero,
solo resta dedicar un recuerdo
al TÍO CHANCHERO.
Porque, ya, OCTAVIO TOMÁS,
que fue el fingío CHANCHERO,
ha tiempo descansa en paz.
¡Qué lástima de muchacho!
¡Tan bueno, tan complaciente!
¡Activo, trabajador, servicial e inteligente!
Fue Bachiller superior,
con notas sobresalientes,
era un consumado actor,
recitador excelente.
Su amor y afición al teatro
fue mu fuerte y arraigao;
dirigió con gran acierto
Compañías de aficionaos.
Y en cualquier actividad
siempre se hallaba dispuesto,
siendo cosa cultural,
a desempeñar un puesto.Fue una verdadera pena
que hombre tan culto y tan útil
fuera por tara congénita,
físicamente, un inútil.
No anuló en él, tal defecto,
voluntad e inteligencia,
y aunque siempre intentó
superarse, con paciencia,
para una colocación digna
de su ilustración,
no le acompañó la suerte,
y perdió toda ilusión.De su desesperación
solo se apiadó LA MUERTE.