Melchor Rafael de Macanaz

La calle que antiguamente,
se llamó CUESTA DEL CAÑO,
se llama de MACANAZ,
hace ya, bastantes años.

¿Sabéis quién fue Macanaz?
Aunque sea solo de nombre,
tos los hellineros, saben
que fue un eminente hombre,
muy activo y muy austero,
y fue, de todos los tiempos,
el más destacao hellinero.
Por eso, voy a contaros
brevemente, ahora,
los detalles más salientes
de su interesante historia.

Nació en la villa de Hellín,
según su partida cuenta,
el treinta y uno de enero
de mil seiscientos setenta.
Fue el padre de este paisano,
D. Melchor de Macanaz,
Regidor de nuestro pueblo,
nombrado a perpetuidad
y su madre, fue Doña Ana
Montesinos, una dama
de familia, con nobleza.

Cuando les nació este hijo,
no gozaban de riquezas;
no obstante, sus pertenencias, permitieron que el muchacho
fuera a estudiar a Valencia.
Allí empezó MACANAZ
estudios de humanidades,
sin demostrar al principio,
destacables facultades.

Pero ocurrió por entonces,
que, el llamao, Don Juan Medina, Corregidor de este pueblo,
con intención muy dañina,
temiendo que Don Melchor,
averiguara que no era
muy decente su actuación,
y le obligara, como a otros
a presentar dimisión,
inventó contra su Jefe
una denuncia amañada,
con un montón de calumnias,
tan hábilmente apañadas,
que hizo caer en la trampa
al mismo CONDE OROPESA,
Presidente de Castilla,
que hizo preso a Don Melchor,
en el Penal de CHINCHILLA.

Pero, pronto en este caso,
resplandeció la verdad,
y quedó con todo honor,
DON MELCHOR en libertad.
Pero, en su hijo caló
tan profundo, esta incidencia,
que enseguida se propuso,
como un caso de conciencia,
adquirir conocimientos
y poder, para evitar
que imperara en la política,
el engaño y la maldad.

Y su padre, al ver aquella
decisión tan digna y franca,
a hacer estudios de leyes,
mandó al chico a Salamanca.

Aquí destacó enseguida
y todos los profesores,
apreciando su sapiencia,
lo aprobaron con honores,
y cuando se doctoró,
hizo un discurso señero,
muy celebrado, a la vez,
por Maestros y compañeros,
pues, de manera impoluta,
comentó LOS CUATRO LIBROS
de la famosa INSTITUTA.

Ganó enseguida la Cátedra
de LEY Y DERECHO CANÓNICO,
y escribió diversas obras
de estilo claro y lacónico,
entre ellas, las más famosa
y de mayor amplitud,
esta fue: INSTRUCCIÓN CATÓLICA,
dedicá a la juventud.

Abrió bufete en Madrid,
con aceptación muy buena,
e hizo una gran amistad
con EL MARQUÉS DE VILLENA,
quien apreciando al momento,
su valor extraordinario,
quiso tenerlo a su lado,
y lo hizo su Secretario.
Pero tuvo, en su actuación,
un éxito tan rotundo,
que pronto llegó su fama
hasta el rey CARLOS SEGUNDO,
quien, apreciando sus dotes
de excelente gobernante,
enseguida, lo propuso
para misión importante.

Misión que ya suponía
para este hombre, gran distingo,
“OIDOR DE CANCILLERÍA
DE LA DE SANTO DOMINGO”.
Mas por consejo del padre,
MACANAZ no aceptó el cargo,
por no creerlo conveniente,
ya que, en caso de aceptarlo,
no podría intervenir,
al vivir tan alejado,
en todas las incidencias
del Gobierno del Estado.

Al morir CARLOS SEGUNDO,
vino el rey FELIPE QUINTO,
quien no dejó a MACANAZ
seguir camino distinto,
pues, sabedor de sus dotes
de estadista extraordinario,
enseguida, decidió
nombrarlo su Secretario,
y le hizo ir a ARAGÓN,
con el fin de asesorar,
al Virrey de aquellas tierras,
que era el CONDE DE GOMAR.
Marchó después con el Rey,
a los sitios de MONT-JUICH.
Y una vez resuelto aquello,
de nuevo vino a Madrid,
pa dirigir, en unión
del Marqués de Mejorada,
la expedición, pa librar
la Capital Valenciana.

Después de tomar Valencia,
Játiva y Villarreal,
Macanaz se estableció
en aquella Capital,
encargao de organizar
el Gobierno Valenciano
igual que el establecido
en el Reino Castellano.
Encargo que llevó a cabo
y fue una ocasión propicia,
pa demostrar que, en las Leyes,
tenía una gran pericia.

Una vez que, allá en Valencia
diera fin a su misión,
fue INTENDENTE GENERAL
en el Reino de ARAGÓN.
Contribuyó a la expansión
de su hermosa Capital,
creó el paseo llamado
AVENIDA MACANAZ.
Intervino y resolvió
con gran éxito también,
la lucha de Zaragoza
en mil setecientos diez.

En su carrera política,
la cumbre alcanzaría,
el día que fue nombrado
FISCAL DE LA MONARQUÍA,
con amplias atribuciones
de carácter general,
tan grandes que no las tuvo,
en la vida, algún Fiscal.

Otra obra relevante,
en Madrid, de MACANAZ,
fue crear su muy famosa
BIBLIOTECA NACIONAL.

Al alcanzar tanta altura,
MACANAZ, sin remisión,
tuvo grandes enemigos,
entre ellos, LA INQUISICIÓN,
que, por envidia y temor
al poder que había adquirido,
con insidiosas intrigas
minaron su poderío,
con tan aviesa intención,
que lograron arrastrarlo
a su total destrucción.

Hasta aquí os he contado,
los logros más eminentes,
que logró nuestro paisano
con actuación tan saliente.

Mas, como sus desventuras
también fueron muy notorias,
quedarán para contarlas,
en otra siguiente historia.

J. DE ARAGÓN