LAS FIESTAS DE SAN ROQUE

Dicen que las de San Roque,
están tristes y molestas,
porque “los imponderables”
les ha aguado las fiestas.

Después de estar varios días
a gran trabajo sujetas,
preparando farolillos,
guirnaldas y cadenetas;
de la noche a la mañana,
una orden inesperada,
vino a decirles, rotunda:
Este año, de fiestas, nada.

¿De dónde vino esa orden?
-Es lo que pregunto yo-
Pues, según dice la gente,
no la dio ·El Corregidor”,
que es quien, en definitiva
ejerce la autoridad.
Y no siendo él, no me explico,
quien pudo serlo en verdad.

No me quisiera meter
en “camisas de once varas”;
pero es que ocurren, señores,
a veces, cosas tan raras,
que, sea tu sentir a la crítica,
contrario, no hay más remedio
que hacer un sabroso comentario.

¿Es que, en festejos honestos
que a un barrio alegra y divierte,
se vislumbra algo inmoral
o algún peligro, se advierte?

¿Es que, que un barrio se entregue
 a ordenada diversión,
es contrario al Orden Público,
o afecta a la Religión?

Pues, si de hacer daño a nada
tales fiestas están lejos.
¿Por qué se priva a San Roque
de sus clásicos festejos?

Debió de ser por capricho
de algún Señor, que aquel día,
padeciera algún ataque
agudo, de hipocondría.

No sé quién será el autor
de un hecho tan arbitrario,
mas, por si acaso me lee,
estimo muy necesario
advertirle que modere
su impopular proceder
y obre con tino y con tacto:
porque puede suceder,
que, si se pretende ir
contra el sentir de la gente
cuando no existan motivos
ni una razón convincente,
solo se logran rencillas,
odios e incomodidad,
hasta verse desplazado
por impopularidad.

Con que, quien así procede,
que rectifique, al momento.
Si no, pronto, pronto ha de llamarme
porque dirá LO LAMENTO

LOLA MENTO