LA ESCUELA DE TRABAJO

Dicen que los hellineros,
por su actitud indolente,
dieron lugar a quedarse
sin un buen centro docente,
que el entusiasmo y tesón
de un buen sacerdote, trajo.
Ya sabréis que me refiero
a la Escuela de Trabajo.

Lastimoso es, en verdad,
que a los jóvenes paisanos,
que podían hacerse en él,
excelentes artesanos,
se les prive de este medio,
tan completo y tan propicio,
de adiestrarse y aprender
perfectamente, un oficio,
sin tener que tolerar,
para hacerse un porvenir
esa inicua explotación
de los años de aprendiz.

No acabo de comprender
como, un Alcalde Mayor,
que realiza en el Concejo
tan excelente labor;
que patrocina y atiende
con largueza y con postín,
cuanto supone progreso
y prestigio para Hellín,
sin tener oposición,
en este caso, consiente
se prive a nuestra Ciudad
de dicho Centro Docente;
cuando el propio Ayuntamiento,
de economía boyante,
puede, con sus propios medios,
sacar la Escuela adelante.

Si aquel pobre Don Antonio
levantara la cabeza
y viera lo que sucede,
quedaría de una pieza.

Viendo que lo que é1 logró,
con trabajo y desazones;
poniendo en juego amistades,
grandes recomendaciones,
con viajes, ruegos, visitas
y porfiada insistencia,
sería solo una obra .
con efímera existencia.

De pena e indignación
sería su pensamiento.
Y conmigo, exclamaría:

Que esto sea así:

LOLA MENTO