Dicen que está sucio y viejo
el Reloj de nuestra Villa
y que se piensa cambiar
por otro, de maravilla,
que causará sensación
pues, será una cosa hermosa
su sonoro carrillón
y su esfera luminosa…
Y además, tendrá adosado
un monumental cencerro,
que sonará estrepitoso,
cuando intente algún “gamberro”
realizar esas “hazañas”
a que se halla acostumbrado;
a dar gritos y carreras,
alborotando el Rabal,
cuando ejecuta un concierto
la Banda Municipal.
O atronando los oídos
con estúpidas sandeces;
o acosando a las muchachas
con ademanes soeces,
o formando esos corrillos
que entorpecen las aceras;
o paseando “onduleantes”
sus enormes borracheras;
o corriendo desalados
en motos o bicicletas,
sin pensar que a un ciudadano
lo pueden hacer “cocretas”.
En fin, con variados actos
que son la demostración
de sus perversos instintos
y su mala educación…
Si se llega a realizar
esa idea del cencerro
y con ella se lograra
eliminar al gamberro,
es justo que tal idea,
con gran júbilo, se alabe;
pues, traerá más beneficios
que las aguas del Talave.
Mas, si como me supongo
lo del cencerro es un cuento,
lo sentirá de verdad
vuestra amiga…
LOLA MENTO