icono FB icono YT   buscar...

El Obispo Salinas

Mes de publicación

Diciembre 1991

Publicado en

Solera

Cedente

Agustín Cifuentes
  • El Obispo Salinas
  • Alejandro Tomás Ibáñez (ATOMI)
  • Febrero del año mil
    setecientos treinta y dos
    nació este ilustre paisano
    que, tan alto, destacó.
    Era hijo de una familia
    de profunda fe cristiana.
    Don Francisco era su padre,
    su madre, Doña Mariana.
    Gente noble, acomodá,
    de vida sencilla y franca,
    emparentá con el Conde
    llamao de Floridablanca,
    pues, una hermana de éste,
    según varios testimonios,
    se casó con otro hijo
    del referío matrimonio.
    ANTONIO JOSÉ SALINAS
    y Moreno a edad temprana,
    advirtió que le invadía
    la vocación franciscana,
    y pa entrar en dicha Orden
     trabajó con gran presteza.
    La fecha en que tomó el hábito
    no se sabe con certeza,
    pero, en el mil setecientos
    cincuenta y ocho, este año
    era ya, Antonio José,
    sacerdote franciscano
    autorizao a predicar.
    En mayo del mismo año,
    es nombrado Colegial
    del Colegio “La Purísima”
    con mención muy especial,
    por el Padre Fray Revilla,
    el Ministro Provincial.
    Al terminar sus estudios,
    opositó con ardor,
    pretendiendo conseguir
    la Cátedra de LECTOR.
    Aprobó, mas por no haber
    plazas en aquel instante,
    esperó, para ejercer,
    que existiera una vacante.
    El año sesenta y uno
    lo dedicó a predicar
    y a enseñar filosofía
    en Alcázar de San Juan,
    después fue a Villarrobledo,
    en cuyo pueblo, sería
    Predicador Conventual,
    y Lector de Teología.
    Y el año setenta y siete,
    pasó a ejercer igual cargo
    en un Convento de Huete.
    Todos los años setenta,
    SALINAS ocuparía
    la Cátedra, explicando
    Cánones y Teología
    del Colegio LA PURÍSIMA
    de Murcia, y de él fue Rector,
    hasta el año ochenta y uno,
    en el que se jubiló.
    En el año ochenta y dos,
    por mérito extraordinario,
    fue elegido para actuar
    como Vice-Comisario,
    y a pesar de ser cruciales
    los años de su gestión,
    actuó con tanta prudencia
    y con tanta discreción,
    que, en el año ochenta y cuatro,
    por “Breve u Orden Papal”
    fue nombrao el Padre SALINAS,
    Comisario General,
    cargo que desempeñó,
    con eficacia y con tacto,
    estando con todos sus súbditos
    en permanente contacto.
    No obstante lo cual, manejos
    de intrigantes descontentos,
    pusieron en entredicho,
    su autoridad, algún momento.
    En el año ochenta y nueve
    su trayectoria famosa
    hizo que lo presentara el Rey,
    a la sede de Tortosa,
    y quedó preconizao
    para OBISPO, en este instante,
    aquel ilustre paisano,
    que llegó a ser GENERAL
    DE LOS PADRES FRANCISCANOS,
    SALINAS, desde el momento
    que se hizo propuesta tal,
    no podía seguir siendo
    Comisario General,
    pues, lo impedían las leyes
    de la ORDEN FRANCISCANA,
    y, eligiendo para el ACTO
    la capital valenciana,
    cuando el año ochenta y nueve,
    estaba a terminar,
    se reunió el Congreso,
    que había de determinar
    la admisión de la renuncia,
    y en el que se delibera,
    y, más tarde, se pronuncian
    sobre su sustitución.
    Y este congreso, acordó
    nombrar al Padre COMPANY
    para ser su sucesor.
    El diecinueve de enero
    mil setecientos noventa
    LA GACETA DE MADRID,
    en su texto, daba cuenta
    del nombramiento e SALINAS
    como OBISPO DE TORTOSA,
    designación merecida
    por su vida virtuosa.
    Y el treinta del mismo mes,
    quien designaba este texto,
    quedaba preconizado,
    por el PAPA PIO SEXTO.
    No sabemos donde y cuando
    se hizo su consagración,
    mas sí, que en el mes de julio,
    ya había tomao posesión
    de su Sede Episcopal.
    Mas, su entrada en Castellón,
    que, de ella, era capital,
    hasta el uno de diciembre,
    no la habría de efectuar.
    En julio, de ese mismo año,
    vino el OBISPO SALINAS,
    a estar junto a sus paisanos,
    a los que tanto quería,
    y confirmó a novecientos,
    solamente en cuatro días.
    El primero, en la Parroquia,
    en San Francisco, después,
    y en LAS CLARISAS estuvo
    a confirmarlas también.
    Convivió en tales días
    con frailes y sacerdotes,
    siendo huésped de la casa
    del Señor JOSÉ MOROTE.
    El Obispao de SALINAS
    fue pródigo en incidencias,
    envuelto en el torbellino
    de la Guerra Independencia.
    Empezaba el mes de marzo
    de mil ochocientos diez,
    los franceses, amenazan
    CASTELLÓN, más de una vez,
    realizaban incursiones
    contra personas y cosas,
    por ello, ordenó SALINAS,
    que todas las religiosas
    salieran de su clausura
    y fueran a refugiarse
    en ciudades más seguras.
    Y él mesmo, en otro momento
    muy duro y amenazante,
    hubo de dejar su sede
    emigrando hasta Alicante.
    Pero, tampoco, esta plaza
    fue segura, por lo visto,
    pues, se fue a PALMA MALLORCA,
    junto con otros obispos,
    que habían sufrío reveses,
    y que hubieron de salir
    huyendo de los franceses.
    Mil ochocientos catorce
    el día once de junio
    fue la fecha en que SALINAS,
    tras de tantos infortunios,
    en su Sede Castellón
    fue, para la Eternidad,
    cuando, ya, habían cumplido
    ochenta y un años de edad.
    Su tumba se encuentra al pie
    del oscuro presbiterio
    de la Iglesia que LAS CLARAS
    tienen en el Monasterio,
    que tal congregación posee,
    en la ya citada
    Capital de CASTELLÓN.

    J. DE ARAGÓN

BIGtheme.net Joomla 3.3 Templates