Fue, de chico, algo haragán,
revoltoso y muy travieso;
amigo de diversiones
y en los estudios… un hueso.
Mas, cuando llegó a mayor,
comprendiendo muy prudente,
que hay que ganarse la vida
con el sudor de la frente,
con aptitud y diligencia
y ...mucha disposición
logró abrirse buen camino,
sin salir de su "rincón".
Tiene para el mostrador
una espacial simpatía;
y sirve, con gran esmero,
buen café, cerveza fría,
sabrosos aperitivos,
vermut, picón especial,
orangina, coca-cola,
y vino sin bautizar.
Y, aunque todo es excelente
y lo sirve a maravilla,
no se le ocurre jamás
ponerte una "banderilla"
y son sus combinaciones
de tal gusto y tal postín,
que es el "perico Chicote"
de los bareros de Hellín.
Locuaz y dicharachero,
cuando está en el mostrador
admi te bromas y “pullas”
de todo consumidor.
Y nunca le molestó
que sin el menor recato
aunque es hombre “de narices”
todos le digan “EL CHATO”
Mas como existe un refrán
que dice: “Genio y figura
nos tiene que acompañar
a la misma sepultura”
y aunque muy de tarde en tarde,
sus atenciones posterga
al dedicarse, de noche,
a correr alguna juerga.
Pero ello no significa
que a sus clientes desaire;
pues, justo es que un hombre “cano”,
eche alguna cana al aire.
JERINGUIQUE