De nuestro futbol de antaño
fue el mejor de los porteros;
y estudió para Factor
allá, en sus años primeros.
Mas, viendo que estas dos cosas
rendían pocas pesetas,
enseguida abandonó
el tren y la camiseta.
Y como de comerciante
tenía visión certera,
negociando se hizo el amo
en nuestra industria espartera.
Trabajador y formal,
hombre callado y seriote.
Organizó, a sus expensas,
la Hermandad de Los Azotes.
Por la seriedad y constancia,
que es norma de su actuación,
goza entre los hellineros
de una gran estimación;
y, aunque cuando Don Anselmo
viene a hacerle una visita,
ambos se suelen correr
sus miajas de juerguecita,
todo lo hace con decoro
y en un excelente plan,
porque este hombre, de tan bueno
es UN PEDAZO DE PAN.
JERINGUIQUE