Nació junto a un mostrador
y desde e1 primer instante
que tuvo uso de razón,
se dedicó a comerciante.
Y lo hizo con tanto afán
con tal seriedad y acierto
que pronto logró tener
prestigio y crédito abierto,
consiguiendo así triunfar
por diferentes caminos:
instaló la mejor tienda
de Hellín, en Ultramarinos;
adquirió y puso en función
una fábrica arrocera;
y ha montado, a gran escala,
una industria chacinera,
de cuyos productos, gozan
fama en toda la Nación,
su sabrosa butifarra
y sus Blancos en morcón…
Es hombre que, por tesón
y por su vida ejemplar,
de sacrificio y trabajó,
triunfó y mereció triunfar.
Está clara la “silueta”;
mas diré, aunque sea en vano,
que tiene nombre castizo
y apellido mejicano.
Y aunque es español cabal
por más señas, hellinero,
por su apodo, crees que es
de allá, del Telón de Acero.
JERINGUIQUE