Si vas hacia la Estación,
a la sombra de una esquina
de su fábrica, lo ves
siempre metido en harina;
pues, como buen comerciante
sabe que no tiene fallo
el refrán que dice, ”El Ojo
del amo, engorda el caballo”
Y mientras su hacienda cuida,
como es bueno y campechano,
a todos los que allí llegan
por harina o a llevar grano;
y a los amigos que pasan,
los saluda cordialmente
y les da conversación,
siempre ameno y ocurrente.
Pues, aunque a primera vista
su cara parece fosca
y te da la sensación
de, persona huraña y hosca,
muy otra es la realidad,
porque, en su trato es amable
y su simpatía engendra
amistades entrañables;
y es admirado y querido
por quien lo llega a tratar;
porque, en todos los aspectos
es persona muy cabal.
Cuando mozo, sus amigos,
si querían armar jaleo,
por mor de hacerle rabiar,
le llamaban Paco el Feo.
Mas tal calificación
era una injusta falacia
porque, desde que nació
es EL AMO DE LA GRACIA.
JERINGUIQUE