Don Carlos María Perier

CARLOS MARÍA PERIER,
hombre de claro cerebro,
uno de los más ilustres
nacidos en nuestro pueblo.

La fecha de nacimiento
de quien tanto destacó,
fue enero del año mil
ochocientos veintidós.

Cuando ya obtuvo en Valencia,
el grado de Bachiller
y la carrera de Leyes
había decidido emprender,
pa sufragarse los gastos
que el estudio suponía,
entró como profesor
en unas Escuelas Pías,
que entonces había en Valencia,
 demostrando extraordinarias
dotes para la docencia.

Los estudios de Derecho
los compaginó con varias
facultades de diversas
ramas universitarias,
y a pesar de seguir juntos
estudios tan diferentes,
en todos iba adelante
con nota sobresaliente.

Tan diversas disciplinas,
estudiás con gran hondura
dieron a nuestro paisano
tan relevante cultura
que, además de los honores
fueron la base más firme
de sus triunfos posteriores.

Tras de ejercer en Hellín
su profesión de abogado,
siendo defensor de pobres
de los de nuestro Juzgado,
a los finales del año mil
ochocientos cincuenta,
CARLOS MARÍA PERIER
de nuestros lares se ausenta
a continuar su trabajo
ahora como abogado
del Colegio de Madrid,
donde se ha matriculado.

Al decidir ser político,
varios destinos tendría
en los Gobiernos Civiles
de Albacete y Almería,
Cádiz y Guadalajara,
marchándose desde allí
a otros relevantes caargos
en Barcelona y Madrid.

Y demostró su pericia,
fue DIRECTOR GENERAL
de los de GRACIA y JUSTICIA,
dependiente, por entonces,
del Ministro de ULTRAMAR,
y otros cargos importantes
hubo de desempeñar.

Fue diputao por Hellín
el año sesenta y siete,
y luego, hasta el año ochenta
SENADOR por ALBACETE.

Y su labor, en las Cortes,
tuvo una gran resonancia
cuando defendía asuntos
de extraordinaria importancia.

Pues por su tenaz defensa,
se pudo al fin conseguir,
que el ferrocarril a Murcia
pase por Cieza y Hellín.

Hizo otras muchas gestiones
a fin de beneficiar del mejor
modo posible el ámbito provincial.

También demostró pericia
como experto periodista,
colaborando en diversos
periódicos y revistas.

Tradujo importantes obras
y otras escribió, el mismo,
como “LIBERTAD DE CULTOS”
y “ROMA EN EL CRISTIANISMO”.

Sus importantes discursos
llegaron a destacar,
al discutirse la LEY
DE GUARDERÍA RURAL,
que fue él, quien la proyectó,
también destacó su rúbrica,
al discutirse en las Cortes
una LEY DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA.

Pero, donde su oratoria
adquirió fama magnífica,
fue durante su actuación
en Entidades Científicas,
pues, con brillantes discursos
mostró su sabiduría,
en cuestiones de política,
Derecho y Filosofía.

Fue académico de número
por su labor tan científica
en la ACADEMIA DE CIENCIAS
MORALES Y DE POLÍTICA.

Viejo, enfermo y agobiado
por la muerte de su esposa,
y la de su hermana que era
virtuosa religiosa,
hizo renacer la idea
que, desde su juventud
tenía, de hacerse miembro
de la Orden de JESÚS,
y en convento de Jesuitas,
su enorme pesar esconde,
ingresando en el convento
que hay en CARRIÓN DE LOS CONDES.
Cinco años permaneció
ingresado en el convento
y el año NOVENTA Y TRES
llegó su fallecimiento.

Con un GENIO ENCICLOPÉDICO
lo calificó AZORÍN
y en honor a su memoria,
hay en el pueblo de Hellín
una calle que a su entrada
en un rótulo se lee
una inscripción muy lacónica,
dice: CALLE DE PERIER

J. DE ARAGÓN