Dicen que un enamorado,
cuyo nombre aquí se calla,
con la novia ha regañado
porque se marchó a la playa.
Él se oponía por celos
y ella dijo, a voz en grito:
Aunque tú seas Otelo,
yo me voy a mi hotelito.
Y, partir de ese momento,
se terminó este tormento.
Con toda sinceridad,
que esto sea así: LO LAMENTO.
Dicen que en las fiestas de Isso,
desde ahora en adelante,
ni por puro compromiso
actuarán ya los “danzantes”.
Según afirmó Mariano,
ya no son una atracción,
porque hay danzantes a mano,
siempre, en cualquier población.
Por donde quiera que vayas,
ves danzantes, al momento.
Que haya tanta competencia
muy de verás LO LAMENTO.
Dicen que, para prever
que autos, motos y camiones,
te puedan hacer puré,
al pasar por Los Mesones,
se ha pensado en un detalle
de rectificar la calle.
Mas creo que tal medida,
no ofrecerá resultados,
si no ponen quien impida
que circulen desbocados.
Pues, subsistirá el evento
de aplastarte en un momento
con suma facilidad;
y si es así LO LAMENTO.
LOLA MENTO