Dicen que un pobre muchacho,
que es actualmente barbero,
tiene una gran ilusión
por llegar a ser torero.
Burlándose de su afán,
unos socios del Casino,
fingiéndose protectores
para allanarle el camino,
a cambio de una corrida,
hicieron que el infeliz
recorriera todo el pueblo,
sirviendo de hazmerreir.
Tal proceder no es humano;
pues, si su afición torera
se ve que es cosa certera,
bien que se le dé la mano.
Mas, si solo es un chalado
sin arte y sin condiciones,
lo justo es hacer que olvide
sus taurinas aficiones.
Porque, quizás, inducido
por alabanza fingida,
puede su falsa ilusión
hasta costarle la vida.
Fomentar, solo por burla,
esperanza en un inepto,
lanzándoloHGT en un camino
que puede serle funesto
ni es cristiano, ni es leal,
y hace pensar, al momento,
que, quien con eso se goza,
no tiene buen sentimiento;
y le tengo que decir;
que seas así: LO LAMENTO
LOLA MENTO