El odio que te tienen los humanos
me apartó del Altar de tus Amores,
desde entonces, Señor, de desabores
me llenaron el alma los tiranos ...
Donde endulzaban tus piadosas manos
el dolor, con las mieles de tus flores,
hay absintio, que trueca con dolores
la vida triste y los placeres vanos ...
Deja, Señor, que vuelva a tus altares;
déjame que otra vez llegue a mi pecho,
en raudales de gracia: tu alegría ... '
Mira mi corazón llorando a mares
y anímalo otra vez, que está deshecho, ' .
con tu vida en la santa Eucaristía... . .