SI quieres que me encierre, Jesús mío,
en tu cárcel de amor, en donde moras
acechando mi amor, todas las horas
del día, de un rocío a otro rocío,
escóndeme en tu pecho mi albedrío
y enciéndelo en tus llamas voradoras ...
¡que yo llore, Señor, cuando Tú lloras
y Tú no llores cuando yo me río .. !
Explícame Señor, porque amas tanto
al pobre pecador, que ama tan poco,
ya que en aquesta confusión me enciendo .. :
¿Por qué al que te ama, Tú, le vuelves santo,
en tanto que él a TÍ te vuelve loco .. ?
¡No lo entiendo, Señor, yo no lo entiendo .. !