SOBRE LOS BUSTOS DE MACANAZ Y CASSOLA

Dicen que allá en un salón
de la Casa Ayuntamiento,
 hay dos magníficos bustos
que, con mucho sentimiento,
ven como pasan los días
sin que llegue la ocasión
de que en la calle se expongan
a pública admiración...
Y me ha dicho un alguacil
que, al silencio de la noche,
hablan los bustos haciendo
comentarios y reproches.

-¿Qué te parece Manuel,
suele decir Macanaz,
este olvido en que nos tienen,
tan largo y tan pertinaz?
-No te impacientes Melchor,
responde Cassola atento,
que de vernos en la calle,
ya nos llegará el momento.
Es que no quieren hacer
la cosa a tontas y a locas,
después de tanto pensarlo,
verán donde nos colocan.
-Y respondió Macanaz-
Yo creo que para ti
el sitio más indicado,
sería La Portalí,
pues no creo que haya quien
un sitio más propio halle,
porque por allí viviste
y allí termina tu calle...

-Así debía ser,
aunque lo tomes a risa.
Y tu sitio es, sin dudarlo,
la Plaza de las Clarisas.
Porque por allí naciste
y porque ya, desde antaño,
tu nombre lleva la calle
que antes fue Cuesta del Caño.

-Así debería ser,
mas irás aunque te choque,
a una plazuela del parque,
a Santa Ana o a San Roque.
Y a mí me colocarán,
aunque sea un desatino,
en las Puertas de Madrid
o en los Cuatro Caminos.

-Yo creo que te equivocas,
porque ya está decidida
nuestra presencia, adornando,
esa estupenda avenida,
que va a atravesar el pueblo
en sentido diagonal,
desde los Baños de Paco
hasta el mismo Plantonar.
Y cuando este gran proyecto
sea una realización,
tú irás a la Plaza Nueva,
y yo estaré en el Carrerón.

-Pues si nuestra instalación,
para tan largo lo pones,
antes de salir de aquí,
nos comerán los ratones,
y tendremos que decir,
lo mismo que ese elemento
que escribe en La Voz de Hellín.

¡LOLA MENTO!¡LOLA MENTO!