POCA SERIEDAD

Dicen, que con gran premura,
los de la Federación,
solicitaron mandaran
una colaboración
a todos los escritores
conocidos en Hellín,
indicando que eran para
publicar un Boletín,
un número extraordinario,
con gusto y belleza tanta,
que fuera un gran colofón
de nuestra Semana Santa.
Así lo habían anunciado
en números anteriores,
en justa compensación
a sus favorecedores.

Escritores y poetas
con espíritu hellinero,
atendiendo la llamada,
solícitos acudieron,
poniendo en tales trabajos,
su amor y su inspiración,
sin saber que dormirían
en el fondo de un cajón…

Obró la Federación,
con poco tacto, a mi juicio.
El no hacer lo que ofreció
puede traerle el perjuicio
de quien, por ser suscriptor
se puede llamar a engaño
y negar su aportación
al requerirlo otro año.

Y, en cuanto a las consecuencias
con el colaborador, puede
ocurrir lo que cuenta
la fábula del pastor.
Aquel que en cierta ocasión,
para burlarse tan solo,
engañaba a sus colegas
gritando: ¡Que viene el lobo!
Y, un día que llegó el lobo,
y devoró su ganando,
aunque gritó, nadie vino
creyendo que era otro engaño.

Así, pues, puede pasar,
que si vuelven a pedir
otro año, que se remitan
trabajos al boletín,
los que sean requeridos
se acuerden de esta “ocasión”
y digan: no mando nada…
¡Para que vaya a un cajón…!

Y al no poder publicarlo,
por la falta de elementos
tendrán que decir conmigo:

LOLA MENTO